jueves, 1 de marzo de 2012

Definiendo la discapacidad

Como todas sabéis, tengo una discapacidad. Soy discapacitada desde que nací y siempre he visto el mundo sobre dos ruedas. La discapacidad se puede entender de muchas formas, no siempre hay que limitarse a lo que aparece en los diccionarios o documentos oficiales. 

Por ejemplo, el diccionario de la RAE define al discapacitado como "persona que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades cotidianas consideradas normales, por alteración de sus funciones intelectuales o físicas". 

La definición de la OMS va por el mismo camino. Dice que la discapacidad es "toda restricción o
ausencia (debida a una deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano". 

Hoy planteo que veamos la discapacidad desde otros puntos de vista. Voy a plantearos una pregunta: ¿cada una de vosotras y de vosotros seria capaz de hacer cualquier cosa? Ya no hablo de tareas domésticas, de salir a la calle o realizar cualquier trabajo. Hablo de cualquier experiencia que se pueda llegar a vivir. Deportes de riesgo, realizar cualquier tipo de trabajo por peligroso o desagradable que sea...Cualquier cosa. 

Yo creo que la mayoría contestaría que no. Todos/as, en algún momento, somos discapacitados/as, porque todos padecemos la no capacidad de realizar algo. No todos vamos al parque de atracciones y nos atrevemos a subir en todo, no todos nos lanzamos a practicar puenting, no todos nos apuntamos a alimentarnos con insectos. 

Una silla de ruedas o una parálisis cerebral pueden ser muy visibles. Pero hay discapacidades que no lo son tanto. Una persona que padece miedo a las alturas no buscará ser limpiacristales en los mas alto del Empire State, por ejemplo. Esa persona no tiene la capacidad de hacer eso, pero no se ve a simple vista. 

Una malformación, un traumatismo, un mal parto, pueden convertirse en discapacidades. Pero el miedo, la introversión, la vergüenza, también, porque nos impiden hacer cosas que otros harían con total normalidad. 

Otra cuestión a tratar sobre el tema de la discapacidad es aquello de superarla, de intentar dejar de ser discapacitado/a a toda costa. En varias ocasiones, familiares o gente cercana te pregunta: 

¿Y tu, si pudieras, te operarias para poder andar? 

Cuando la respuesta ha sido negativa, todo el mundo se ha extrañado. Tenemos que tener en cuenta una cosa. Quien no va en silla de ruedas o quien no necesita una bastón blanco o un perro guía para moverse por el mundo, tiene un punto de vista distinto al nuestro. Para esas personas esa es la vida normal. Incluso las personas que han adquirido la discapacidad en algún momento avanzado de su vida puede haber otra vida que consideren mejor que la que viven en ese momento. Pero para las personas que llevan toda la vida conviviendo con una discapacidad, esa puede ser su vida normal, nuestra normalidad. Será una vida de lucha constante, quizás, pero todos, sin excepción, tenemos que luchar en algún momento por lo que queremos. De vivir en constante batalla no nos libramos nadie. No se puede generalizar, evidentemente, habrá personas discapacitadas que busquen no serlo. Tan solo quiero que penséis a partir de ahora que una vida sobre ruedas, a ciegas o teniendo que utilizar un tipo de comunicación distinto, también puede ser una vida feliz. 

Cuando veáis a un discapacitado, no penséis que esa es la única forma de discapacidad. Cada uno/ de vosotras y vosotros también lo estáis siendo en algún momento. Y no pasa nada. El miedo existe, el pudor también, y se puede convivir con ello. Y se puede ser muy feliz. La vida tiene muchos enfoques y puntos de vista, vivimos en un mundo totalmente plural, que se forma por la visión de cada uno en su conjunto. Cuando os hablen de normalidad o diferencia, tan solo plantearos como sois mas felices, aunque eso suponga no ser como los demás. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario