martes, 27 de marzo de 2012

D.N.I.

Han hecho recientemente un programa en el cual han aparecido dos grandes de la natación adaptada. Les estaban realizando un entrevista sobre los Juegos Olímpicos y otros aspectos de este deporte. En un momento dado, el presentador les dice que ellos son "atletas normales" como cualquier otra persona. Y uno de ellos responde que por supuesto que si, que los nadadores de natación adaptada son eso, nadadores, que parece que los deportes adaptados tengan mas componente social que deportivo, se ve mas la discapacidad que la persona.

Estoy totalmente de acuerdo con lo que se dijo. Aunque hay varias cosas sobre las cuales me gustaría reflexionar un momento. 

En primer lugar, tenemos una discapacidad. Eso es innegable. Forma parte de nosotros y hasta el día en que la medicina se revolucione del todo y encuentre remedio y nosotros decidamos tratarnos, nuestra discapacidad nos va a ir acompañando toda la vida. Pero, ¿hasta que punto hay que fijarse en esa parte de nosotros? 

A lo largo de nuestra vida vamos creando nuestra identidad, nuestra persona. La familia de la que formamos parte, nuestros amigos, nuestro mundo, incluso nuestras características biológicas nos hacen ser un tipo de persona u otra. Aparte de eso, según en el contexto donde nos encontremos, desempeñamos una serie de roles distintos. Somos como puzzles, nos componemos de partes unidas en una sola persona. 

Yo puedo tener una discapacidad. Pero no solo tengo una discapacidad. También soy morena, con ojos oscuros, bajita...Soy muchas cosas. Además, soy hija, prima, amiga, estudiante, nadadora...Pero el mundo solo es capaz de ver lo primero, que soy discapacitada. 

¿Por qué mi silla de ruedas es algo que se ve a todas horas? Yo soy discapacitada, pero por ejemplo, en el momento que me tiro al agua, soy deportista, soy nadadora. Para los ojos del mundo no, sigo siendo una persona en silla de ruedas. En el agua no hay silla, pero la gente la sigue viendo. 

No voy a negar lo que soy. De momento, tengo la gran suerte de que he aprendido a aceptarme tal como soy y sé que, aunque tenga cosas malas, tengo muchas cosas buenas que aportar al mundo. Lo que no quiero, bajo ningún concepto, es que una parte de mi me condicione para todo lo demás. 

Fijaos en un detalle. Yo me encuentro un escalón, o un ascensor averiado. En ese momento, soy claramente una persona con discapacidad, porque lo que ocurre me está impidiendo realizar una acción con normalidad. Pero cuando estudio, o trabajo, o salgo con mis amigos al cine, en esos momentos, ¿mi silla me está impidiendo hacer eso como lo haría cualquiera? En esos momentos, mi discapacidad como problema no existe, porque no me influye negativamente en lo que estoy haciendo. La gente me podría ver como estudiante, como profesional, como amiga de mis amigos, como amante de la gran pantalla. Pero no. Me ven como discapacitada. Ven algo que, en ese momento, es lo que menos me influye en mi vida. Destaco otras muchas partes de mi, pero quienes me rodean ven lo que ven, que para entrar al cine, al trabajo o a a la facultad, he utilizado dos ruedas en lugar de dos piernas. 

Además, es curioso. Para la sociedad, o tienes una característica muy buena o tienes una característica muy mala por la que destacar. Si eres discapacitado, has tenido problemas con las drogas, has sido victima de malos tratos...eso es lo que prevalece de tu persona. Ahora bien, si eres un gran futbolista, una actriz famosa, o la novia de, eso es lo que verán de ti. Messi, Brad Pitt, etc. no solo son lo que todos sabemos, también tienen una familia, también se relacionan, el rol de deportista o actor no son los únicos que desempeñan. Pero nadie piensa en Brad Pitt y lo primero que dice es "ay, si, ese hombre que tiene tanto hijos" o piensa en Messi y dice "ese pobre chico que le tiene miedo a..." Posiblemente así sea (bueno, en el primer caso lo es), lo mas probable es que ellos tengan muchas características que les definen, pero para el mundo, ellos son grandes y ricos. Por muchos defectos que tengan, son lo que son.Cometemos el error de etiquetar a las personas, pero es que además, somos clasistas etiquetando.  

Me llamó la atención aquello del "componente social del deporte adaptado". En realidad, quienes trabajamos en lo social, ¿qué perseguimos? Hasta la fecha, tengo entendido que buscamos formar una sociedad igualitaria, que viva en estado de normalización de aquellas personas con algún tipo de problema. Si solo vemos el deporte adaptado como herramienta para la terapia, ¿estamos trabajando por conseguir nuestro objetivo? 

Como ya he dicho, no se puede negar que la discapacidad esta ahí, y el deporte puede ayudar a paliar los efectos de la misma. Pero además, hay personas que dedican su vida a ese deporte. Son deportistas de élite. Si queremos conseguir nuestro objetivo social, debemos aprender a ver a ese deportista, no a ese discapacitado.Debemos verlo como uno más. 

Cuando te dedicas a lo social, creo que la gracia está en saber sacar lo positivo, las capacidades, las habilidades y virtudes de la persona. La magia de nuestro trabajo se esconde en saber sacar todo aquello que ayude a una persona a vivir dignamente, a ser independiente y autónoma en la resolución de sus problemas, a ser una mas en esta sociedad. El Trabajo Social debe ser emancipador, debe enseñar a las personas a formar parte de este todo plural que es el mundo. 

Yo veo mi discapacidad. Pero cuando me miro en el espejo, veo a una chica con ganas de vivir, con ilusiones, con sueños, con ganas de sacar adelante una carrera profesional, con ganas de divertirse y disfrutar, con ganas de querer y que la quieran... Y si tú no ves lo mismo que yo, si no eres capaz de esforzarte por verme realmente, si solo soy un par de ruedas, entonces soy invisible para ti. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario