jueves, 31 de mayo de 2012

Compromiso firmado



Soltera y sin compromiso, he aquí mi estado civil actual. Y no sé cuando variará, pero eso es algo que no me preocupa. De momento, me entretengo poniéndome al día de de cómo marchan las relaciones de mis amigos y conocidos. Es bonito ver como viven su amor, como se demuestran que se quieren, lo apasionados que son los comienzos, las ganas de luchar que se tienen. 

Aunque a día de hoy no tengo ni siquiera la intención de iniciar una relación, ya que mis circunstancias personales no son las mas adecuadas para ello, sí tengo muy claro como quiero que sea mi próximo noviazgo. 

Me encantaría que fuera algo muy poco a poco, a fuego lento. Conocernos lentamente, sin prisas, sin ansias por consolidar nada, tan solo disfrutando del momento. Puede parecer una visión incluso excesivamente romántica del amor, pero lo que no quiero es acelerarme, adquirir demasiado compromiso nada mas empezar. 

Soy poco partidaria, por ejemplo, de utilizar la palabra "amar" hasta que no ha pasado un determinado tiempo. Es un concepto que incluye el mas grande de los apasionamientos. Al principio, puedo querer a esa persona, puedo quererla, pero amar, eso es mucho decir. 

Igual me pasa con los detalles y regalos. Es muy típico regalarse una pulsera con el nombre del otro o la otra, o tener cada miembro de la pareja una parte de un corazón. Sin negar la belleza del detalle, creo que tiene un significado mucho mas profundo, significa una gran unión entre esas dos personas. Unión que, según mi criterio, no se alcanza hasta pasados unos meses. 

Cuando una persona comienza a amar, es difícil sobreponer el sentido común a lo que une siente. Cuando el corazón habla, la mente es ignorada por completo. Y es normal, a todos y todas nos pasa, cuando el amor está empezando a surgir, tan solo nos dejamos llevar por los sentimientos. Y no lo critico, yo soy la primera que caería en las redes del enamoramiento, pero no es lo que, hablando con racionalidad, busco. 

Quiero algo mas calmado, algo que se vaya inventando poco a poco. Sin dejar de disfrutar de esa primera fase de tortolitos pegajosos, quiero algo más. 

Hace tiempo que llevo pensando como quiero que sea mi próxima relación. No solo busco romanticismo y detalles, que también. Creo que lo que mas necesitaría a mi lado es una persona que me apoyara en cada momento, que no me abandone cuando mas falta hace luchar. Pero no hablo de esa lucha puramente pasional, de decirse desde el primer segundo que se dejará la piel si hace falta por eternizar ese amor. Hablo de verdaderas zancadillas de la vida. Porque he de decir una cosa: es bastante común hablar de lucha al principio pero luego poner pies en polvorosa cuando las cosas se ponen feas. Y no quiero que eso me ocurra, quiero tener la tranquilidad de saber que esa persona estará ahí cuando haga falta, y que de verdad va a luchar cuando las circunstancias lo exijan. 

Llegará un punto en el que querré esa famosa pulsera, querré ese trocito de corazón. Pero no lo quiero como simple regalo de primer mes de enamorados. Lo quiero como símbolo de un verdadero compromiso. 

Veo a parejas que pasan horas besándose, mimándose, que sacan horas de donde no las hay para estar juntos. Pero no son las parejas que tomo como ejemplo. Creo que la vida ofrece mucho mas momentos de inquietud. Uno/a puede tener pareja, pero también tiene trabajo, familia, obligaciones y amigos (esos grandes olvidados que quedan atrás cuando se inicia una relación). Yo no busco a un hombre con el que estar 24 horas al día. Me parecería incluso irreal, también son estudiante, nadadora y familiar o amiga de, además de ser novia. 

Pero lo que sí quiero, sin duda alguna, es que, cuando no lo pueda ver, cuando no podamos estar físicamente juntos, ese hombre me garantice que la llama de la pasión sigue encendida. Que no necesitamos vivir como uña y carne. Que hay un compromiso entre nosotros. Compromiso de amar, de apoyarse, de luchar. 

El compromiso es pasión. Amar intensamente incluso cuando la ocasión requiere todo lo contrario. Ser apasionado no es tan solo ofrecerle a tu amada la noche de su vida. Amar con pasión es amar pase lo que pase. Amar con pasión es amar en el día a día, realizando cualquier tarea cotidiana, sin dejar de pensar en la otra persona. 

De un tiempo para acá he llegado a la conclusión de que un noviazgo debe integrarse con el resto de sucesos de la vida. Como ya he dicho muchas veces, mi mundo no deja de girar alrededor del Sol para comenzar a girar alrededor de mi hombre. El mundo sigue en su órbita. Como mucho, aumenta la velocidad de rotación, porque hay mas energía ayudándole a girar. Pero el rumbo sigue siendo el mismo. 

No sé si, en algún punto de mi próxima relación, se planteará la opción del matrimonio. Realmente, no sé hasta que punto necesitaría verme como mujer casada a nivel de compromiso. Si yo amo y él me ama, aunque no seamos marido y mujer, ya tenemos un compromiso. Yo me comprometo a estar con él, a serle fiel, a apoyarle y ayudarle, a no abandonarle, y él, lo mismo. Nos comprometemos a estar al pie del cañón el uno por el otro. 

Quizá el matrimonio ofrezca una serie de garantías legales, sobre todo, cara a los futuros hijos. Pero a nivel de pareja, pasado un tiempo de relación, ese compromiso no necesita de un papel que lo acredite. Si amo, me comprometo, y lo hago por amor, no porque un papel me dice que soy la mujer de alguien. 

Mi visión del amor es como una mezcla entre pasión y razón. Quiero pasión, pero sin renunciar a una vida propia. Quiero compromiso, pero solo cuando éste tenga un sentido y haya sido alimentado con una larga temporada de conocimiento mutuo. Quiero amar, ser amada, pero con razón de ser. 

Hoy en día, ni amor ni ganas. Posiblemente se deba a que busco algo muy lento, quizá tan lento que su llegada está pasando desapercibida. Pero mientras llega, aquí estaré esperando. 

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