martes, 8 de mayo de 2012

Amor, mal amor y desamor

El amor inunde el ambiente. Empiezo a pensar que medio mundo se ha puesto de acuerdo para atentar contra la soltería, parece una conspiración. No me malinterpretes, yo me alegro mucho, el amor es un sentimiento precioso, pero vamos, que esto empieza a ser exagerado. Será verdad que la primavera, la sangre altera... 

Y como es lógico y normal, como en todo inicio de cualquier relación, las promesas de amor eterno se repiten una y otra vez. Todos van a amarse para siempre, hasta el fin de sus días. 

Sé que puedo parecer muy poco romántica, entre mi texto "anti-San Valentín" y esto, debo ser sosa con ganas. Pero que le vamos a hacer... Yo es que eso de prometer amor por los siglos de los siglos no ha entrado nunca en mi repertorio. Con 21 años que tengo, ¿yo que sé a quien voy a amar a los 40? Y si dejo de amar a mi actual pareja, ¿rompo con mi palabra? Ese "por y para siempre" cada vez es mas largo. Conforme crece la esperanza de vida, las relaciones amorosas corren el riesgo de crecer al mismo ritmo. Evidentemente, no vas a iniciar una relación a la que no le veas futuro ninguno. Pero yo prefiero amar hoy, y mañana ya veremos...Yo te quiero, y mucho, pero ahora. 

Otra famosa frase de enamorados que nunca he dicho es aquello de "eres mi vida". No eres mi vida, eres parte de mi vida, una parte muy importante, pero no toda mi vida. Tengo familia, amigos, estudios, trabajo, aficiones. Tú tan solo eres una pieza de todo ese puzzle. Como en todo rompecabezas, sin ti el juego queda incompleto, pero no formas toda la composición. 

Además, en cierta manera, me parece adquirir una dependencia que no tiene razón de ser. Sin esa persona, de repente, ni eres ni tienes nada. Se acabó todo. Con las posibilidades que ofrece la vida, ¿para qué escribir el final tan pronto? Y a la otra persona le otorgamos un papel muy egoísta y muy dominante, le hacemos creer que sin ella no tenemos valía ni poder ninguno, todo gira en torno a él, le concedemos el honor de ser el sol dentro de nuestro sistema, somos un diminuto planeta girando en torno a una órbita marcada por él. 

Con el paso del tiempo, nos vamos acomodando en las relaciones. Establecemos unos roles a los que nos acostumbramos. Él lleva la batuta, nosotras bailamos a su compás (o viceversa). Hay una expresión que se repite bastante en las parejas que llevan algo más de tiempo juntas. Cuando pasan varios días sin salir, viene la chica y dice "es que no me saca...". ¿Perder la soltería significa perder el poder de iniciativa?  ¿Te conviertes en novio/a o en animalito de compañía? Nadie saca a nadie, ¿quieres salir? Sal, punto. Queda muy de película la típica imagen del chico llevando al cine a la chica, tiene incluso un punto de caballerosidad, pero chica, si él no da el paso, da el paso tú, no pasa nada, lo cortés no quita lo valiente. 

No puedo calificarlo de mal amor, al fin y al cabo, es mas dependencia que otra cosa. Lo que sí considero amar mal es aquello de los celos. Se llega a pensar que, si se pone celoso o celosa cuando salgo por si me fijo en otra persona, es que me quieres. Respetando toda opinión, no estoy de acuerdo. Los celos no son una señal de amor, sino de desconfianza. La confianza es uno de los pilares del amor, si confías en mi, sabrás que solo te quiero a ti y no voy a hacer nada con nadie. Si no, no me quieres. Incluso lo consideraría un principio de control sobre la pareja, saber con quien sales o dejas de salir. 

Y del mal amor, pasamos al desamor. Si te controla, si dicta con quien debes estar y con quien no, si te riñe por lo que haces, por como te vistes, si te repite que te arreglas mas para otras personas que para él o ella, no te ama. Cuando amamos a una persona, nos cuesta distinguir muchas veces lo que hace por amor y lo que hace por desamor. Debemos tener presente una cosa: quien nos ama, respeta nuestra libertad. Quien te ama no te riñe, no te trata como si fuera tu padre o tu madre, no se enfada contigo por tu bien. Quien ama, habla con ternura, con comprensión, aconsejándote pero dejándote actuar libremente. 

Hay estudio que nos avisan de una repetición de patrones machistas en las generaciones mas jóvenes. Y la verdad, no me extraña. Recuerdo, cuando iba al instituto, a una pareja que eran mas pequeños que yo. Él la trataba a gritos, ella debía estar en el punto exacto y en un momento concreto en cuanto él le lanzaba un berrido. Él le fue infiel, y la respuesta de ella fue ir a pegarse con la otra. Es evidente que él no la quería, pero ella estaba convencida de que sí. 

Puede sonar alarmista, pero todos deberíamos saber que los inicios de maltrato son muy sutiles. Nunca empieza con una bofetada, antes se ha conquistado la mente de la victima.Primero se conquista a la persona por dentro, luego se somete por fuera. Y el maltrato nunca es amor, tan solo desamor. 

Yo nunca prometeré amor eterno, nunca haré a un hombre dueño y señor de mi vida. Nunca someteré mi libertad a él. Porque tengo corazón para mucha gente, porque la dueña y señora de mi vida soy yo, porque nací libre para marcar mi camino aunque él no me acompañe en él. Busco amor, ni mal amor ni desamor, de eso sobra en este mundo. Y mientras llega el amor de un hombre, amaré otras muchas cosas, la vida ofrece tesoros sin fin. 

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