jueves, 5 de abril de 2012

Invertir en experiencias

Si tuviera dinero...La de cosas que yo haría si tuviera dinero...Mansiones, cochazos, una zona deportiva en mi chalet de lujo, vacaciones en los mejores hoteles...No, nada de eso. Si tuviera dinero, la de dinero que me ahorraría. 

Cuando veo los típicos programas de casas enormes y gente multimillonaria que presume de lucir los mejores vestidos, pero necesitan a una psicóloga como asistenta personal porque no se encuentran a gusto con ellos, siempre se me pasa la misma idea por la cabeza. Vendería la mitad de esas pertenencias e invertiría en algo mas útil. 

Y es que nunca le he visto la gracia a los grandes lujos. Las casas grandes, por ejemplo. ¿Para qué? Me tocaría limpiar mas espacio. Y encima, no creo que tuviera tanta gente alrededor como para llenar algo tan enorme. Sí que es cierto que me gustaría tener una casa con varias habitaciones. Pero tantas como fuera capaz de llenar. Me gustaría invertir en un hogar que es para mí, pero también para los míos. Donde poder recibir a mi familia y amigos. Nada mas. Lo que hace hermosa una casa es la gente que habita en ella. 

Coches. Otro lujo que nunca me ha llamado la atención. Mi pequeño Twingo me lleva donde necesito. ¿Para qué quiero yo un Ferrari o un Jaguar? Tanto el coche que tengo como el que tienen los multimillonarios son capaces de llevar a sus ocupantes a los mismos sitios. Prefiero tener un coche normal, que pueda pagar y mantener, e incluso, abollar de vez en cuando sin que me muera del disgusto. 

He de reconocer una cosa. Me encanta la moda. Pero si pudiera contratar a un personal shopper, lo primero que le dejaría claro seria: "Mira, quiero esto tan caro, pero en versión barata". El otro día estuve mirando una página de moda. Estaba interesada en ver de donde saca la ropa la protagonista de Entre Fantasmas (sí, me vuelve loca su ropa). Cuando vi el precio de las prendas, me quedé atónita. Un vestido, entre 300 y 400 dólares. Con la frecuencia con la que me mancho yo la ropa con la silla, estoy yo como para ir pensando en gastarme ese dinero en una chaqueta o una camisa. 

Viajar. Otro de mis vicios. Pero nada de grandes hotelazos. No, lo mio es estar el menor tiempo posible tomando el sol. Si tengo que viajar, lo primero que hago es pagarme una buena cámara de fotos, un hotel adaptado pero sencillo, y punto. Lo mio es el turismo de culo de mal asiento. Ir a un lugar con muchas cosas que ver y no parar. Eso sí, por favor, que la cama sea cómoda, que una pretende acabar exhausta al final del día y amanecer a la mañana siguiente con las pilas cargadas. 

Tengo la sensación de que, si tuviera dinero, lo mio seria invertir mas en experiencias que en pertenencias. No quiero una casa, un coche, un buen hotel, un gran vestido por lo que valen a nivel material. Si quiero todo eso es porque, en una casa veo un hogar, en un coche veo independencia, en un hotel veo diversión y en el vestido veo que me siento guapa con él. No es el objeto en sí lo que cuenta, sino lo que te aporta en tu vida. 

Si tengo dinero, quiero invitar a mis amigos a cenar. Todos juntos. Pasarlo bien una noche. Y poder cenar bien. Si tengo dinero, quiero, de vez en cuando, poder disfrutar de una exposición de arte. O poder pasar un fin de semana en una gran ciudad donde me ofrezcan varias alternativas de ocio. Poder ir a ver un musical, aunque solo sea una vez al año. O disfrutar los fines de semana de una sesión de cine o teatro, y acabar en uno de esos locales en los que hacen combinados de zumos de frutas y batidos deliciosos. 

El dinero puede dar la felicidad. No van cogidos de la mano ambos conceptos. Pero pueden llegar a ir a la par. El dinero puede dar la felicidad si invertimos en lo que realmente nos hace felices. Detrás de ese objeto que acabamos de comprar, hay algo más, una puerta abierta a una multitud de vivencias. Si compramos algo, debemos plantearnos qué nos aporta ese algo, lejos del qué dirán, de la apariencia que demos al mundo, del supuesto estatus social que tengamos. Lo que importa es que cada momento que vivamos nos haga reír, emocionarnos, divertirnos. El dinero da la felicidad cuando invertimos en felicidad y no en riquezas materiales. Y yo quiero invertir en felicidad. Y poder compartir mi felicidad con quienes me rodean. 

2 comentarios:

  1. yo invertiría en cosquillas por la espalda, en desayunos al sol y en tiempo para dsifrutarlos.

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  2. coincido contigo en que no invertiría mi dinero en tener lujos materiales ... para mí lo más especial sería poder viajar por el mundo con mis amig@s y mis personas queridas con una mochila a la espalda y una cámara de fotos ... =)

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