lunes, 4 de febrero de 2013

Detrás de la pluma

En mi máster no solo hablamos de la igualdad entre mujeres y hombres. También dedicamos parte de una asignatura para hablar de las personas con diferente tendencia sexual. Hablamos de homosexuales, bisexuales, transexuales y otras muchas formas de vivir la sexualidad, como pueden ser los colectivos que creen en el poliamor o grupos defensores del fetichismo o el sadomasoquismo. 

La relación con el máster es que, cuando hablamos de igualdad de género, no solo hablamos de igualdad entre los sexos, hablamos de igualdad entre diferentes roles, entre lo masculino y lo femenino, aunque quienes ejerzan tales posturas sean solo hombres o solo mujer. 

Bueno, esperad, que me desvío de lo que os quería contar. Hace unos años, recuerdo una conversación en una cafetería con unas amigas. Consideradas de mente abierta y con sensibilidad hacia los colectivos excluidos socialmente, decían estar totalmente a favor de la celebración del Día del Orgullo Gay, pero que lo que no aceptaban eran "mariquitillas locas" (es decir, hombres comportándose de forma femenina) que solo subían a las carrozas a enseñar el tanga. 

Por un momento pude estar algo de acuerdo. Llegué a pensar que ciertos comportamientos podían jugar en contra del colectivo LGTB y que sería mejor que no hicieran determinadas cosas. Ahora, mi planteamiento es bien diferente: ¿y si esa es su manera de vivir su sexualidad? 

Al igual que con todo hijo del vecino, creo que tenemos una serie de estereotipos sobre los homosexuales, bisexuales, etc. Cuando pensamos en aquel homosexual al que podríamos aceptar, pensamos en alguien al cual no se le "nota" exteriormente su tendencia sexual, a no ser que esté junto a su pareja y estén dándose muestra de amor. 

Hasta ahí, la sociedad puede aceptar la homosexualidad. Pero, ¿y si se es un homosexual diferente? Quizá su diferencia vaya mas allá de lo antes mencionado. Quizá ese hombre no sea feliz solo amando a otro hombre, sino mostrando un carácter propio de mujer. 

Aunque, ¿qué es lo propio de los hombres y las mujeres? No olvidemos que el género, aquello que marca nuestros roles y comportamientos masculinos o femeninos, no es mas que una construcción social. Los únicos que establecemos cómo debemos ser según nuestro sexo, somos nosotros mismos. Aquello que consideramos anormal en las personas que ejercen roles diferentes lo es porque nosotros hemos decidido que lo sea. Lo normal no es normal, hemos decidido que es normal. Espero que se entienda el matiz. 

La lucha LGTB va mas allá del derecho al matrimonio o a la paternidad o maternidad. Es una lucha de aceptación de todo el colectivo, no solo de la parte "aceptable" del colectivo. Podemos pensar que son un grupo mas que aceptado por la sociedad y que ya han conseguido mucho, pero hay un trasfondo detrás de este mundo. 

Desde hace unos años se ha centrado la atención en el colectivo de los transexuales. Y la verdad, es que aún hay mucho por hacer. Primero, recordemos que desarrollan roles y transforman su físico para ser como el otro sexo. Eso ya hace que sean un grupo poco aceptado. Y segundo, muchas veces su aceptación depende de hacia qué sexo quieran transformarse. 

Los hombres y las mujeres vivimos en posiciones desiguales, creo que no hace falta decirlo. Y esto puede llegar al extremo de marcar la vida de un transexual. Haciendo un trabajo, llegamos a debatir sobre si era mas fácil aceptar a una mujer que vive como un hombre o a un hombre que vive como una mujer. Llegamos a la conclusión de que desarrollar un papel masculino en la sociedad siempre da ventajas, incluso cuando lo desempeña una mujer. 

Al igual que con otros muchos colectivos, tendemos a ver solo la punta del iceberg. Seguimos viviendo en una sociedad que no acepta a muchos y admite a unos pocos, obedeciendo casi siempre a estereotipos, prejuicios e ideas preconcebidas. Pero hay algo mas allá de lo que vemos, y es cosa nuestra y solo nuestra que se llegue, algún día, a la utopía de la plena inclusión. 

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