martes, 2 de octubre de 2012

Ocio sexista

Llega el fin de semana y todos los jóvenes universitarios se disponen a salir hasta el amanecer. Tras haberse reunido para beber en cualquier parque o plaza de la ciudad, toca ir a la discoteca hasta el día siguiente. Pero hay un problema, los chicos deben pagar entrada. 

El hecho de permitir que las chicas entren gratis a un local mientras los chicos deben pagar es algo bastante común. Común pero muy sexista al mismo tiempo, y en este caso no solo deberían sentirse ofendidas las mujeres, los hombres salen perdiendo igualmente, y no solo dinero. 

Primero,ellas. Una vez mas, parece que las mujeres seamos ese sexo indefenso que depende económicamente de otro u otros. Los precios de muchos locales no son excesivamente elevados y pese a eso, se nos consiente entrar sin pagar. Evidentemente, tiene la gran ventaja de que nos ahorramos ese dinero, pero a costa de que nos tomen por seres pobres incapaces de ganarnos nuestros propios ahorros, teniendo que acudir al hombre. 

Luego, el que nos permitan entrar sin pagar esconde una estrategia por parte de estos locales. Somos un reclamo. Si eres un hombre y esa noche quieres ligar, te conviene buscar un sitio donde haya muchas chicas, y evidentemente, habrán mas chicas donde ellas entren gratis. Eso asegura al local unos ingresos, ya que los chicos van a pagar por entrar. 

Con fines puramente lucrativos, las mujeres somos utilizadas como carnaza para los hombres. Somos como una presa, se nos deja a la vista y en posición fácil para que el depredador sexual pueda acceder sin dificultades a nosotras. 

Lo que se puede interpretar, por otro lado, que los hombres están necesitados de amor. Se les atribuye un papel de obsesos por captar a cuantas mas mujeres mejor, se interpreta que el principal objetivo del hombre es conseguir a una chica. Lo de bailar y disfrutar de la noche es lo de menos, queda en un segundo plano, el principal objetivo es que liguen. 

A veces el sexismo queda encubierto o es muy sutil como para percibirlo claramente. Incluso cuando se echa mano de estrategias sexistas podemos sacarle ventajas aparentes, como la mencionada antes de hacernos ahorrar dinero. Pero aunque la mona se vista de seda, mona se queda. El sexismo es lo que es, y nunca tiene un lado positivo. 

El mundo está mas acostumbrado a la diferencia que a la igualdad. Por eso hay que mantenerse alerta, porque nosotros/as mismos/as, por simple comodidad, acabamos abandonándonos a lo de siempre en lugar de avanzar. 

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